EXPANSIÓN IMPERIALSTA DEL SIGLO XIX

 

¿Qué es el imperialismo?

Entenderemos por Imperialismo al período histórico en el que las principales potencias del mundo establecieron dominación efectiva sobre amplios territorios, organizando su administración y afrontando costosas guerras y otros gastos para asegurar su posesión. Este período comienza con la madurez del capitalismo hacia 1880 y con diversas variantes se prolonga hasta los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, donde tuvo lugar el proceso de descolonización e independencia de los países africanos y asiáticos.

 

Dominación impuesta por una minoría extranjera, en nombre de una supuesta superioridad racial y cultural, dogmáticamente afirmada sobre una mayoría autóctona materialmente inferior.”

(Balandier. Historia. La construcción del mundo contemporáneo. Ed. Santillana)

“El imperialismo contemporáneo surgió precisamente en la segunda mitad del siglo XIX, cuando las fuerzas productivas, especialmente la industria, alcanzaron un alto nivel de desarrollo, que impulsó la búsqueda de nuevos mercados para los productos, materias primas más abundantes y baratas y un espacio económico en el que pudieran fructificar los capitales excedentes.”

(Biblioteca Salvat de grandes temas, “Colonialismo y neocolonialismo” Barcelona Salvat Editores 1973)

 

¿Por qué se produjo el imperialismo del siglo XIX?

El imperialismo colonial del siglo XIX fue una consecuencia de la revolución industrial. La expansión de la Revolución Industrial a partir de su segunda fase generó entre los países qu

e la desarrollaron la progresiva necesidad de ampliar sus mercados (consumo y venta) con el objetivo de mitigar los efectos de la alta competitividad y disminución de ganancias. Se produjo un retroceso económico que afectó a todas las potencias europeas manifestado en forma de sub-producción y agotamiento de mercados. Esta situación hizo que las potencias rivalizaran por nuevos mercados en todo el mundo.

La expansión imperialista se consideró “una ley de desarrollo histórico”, una especie ley natural, y la guerra, una condición necesaria para establecer el dominio; involucraba además un fuerte sentido de superioridad racial.

Implicó no sólo una expansión comercial y nuevas  fuentes de recursos para las potencias colonizadoras, sino además un dominio político, una ocupación militar y una explotación sistemática de las colonias, las cuales perdieron su soberanía.
La burguesía representada  por empresas, banqueros e inversionistas esperaba de esta expansión territorial grandes ganancias.

 

“... Pero hay otra forma de colonización: aquella que sirve a los pueblos que tienen exceso de capitales o de productos. Esta es la forma moderna, actual, la más extendida y fecunda... Las colonias son, para los países ricos, un lugar ventajoso de colocación de capitales...  hay un segundo punto, un segundo orden de ideas que debo abordar, lo más rápidamente posible: es el aspecto humanitario y civilizador de la cuestión... Es necesario decir abiertamente que las razas tienen un deber respecto de las inferiores... porque hay un deber hacia ellas: el de civilizarlas...”

(Jules Ferry; discurso ante la Cámara de Diputados, 1885)

 

CAUSAS ECONOMICAS:

Los estados europeos necesitan conseguir materias primas para su producción industrial y nuevos mercados para vender sus productos. Las potencias imperialistas tienden a obligar a sus colonias a comerciar en forma exclusiva con su metrópoli.

CAUSAS DEMOGRÁFICAS: 

El acelerado aumento de población europea a fines del siglo XIX, provocó intensos movimientos migratorios hacia otros continentes en una búsqueda de fuentes de trabajo y mayores oportunidades.

CAUSAS POLITICAS:

El dominio de extensos territorios, de rutas de circulación y de zonas consideradas estratégicas se transformó en un símbolo de hegemonía de las potencias, en una época en que el nacionalismo hacia auge en Europa

CAUSAS IDELOGICAS:

Las potencias defendían su dominio, planteando que tenían una misión evangelizadora y civilizadora sobre las culturas consideradas primitivas y bárbaras.

 

¿Cuáles fueron los grandes imperios coloniales?
 

Los imperios más importantes fueron:

  • El Británico: era el mayor del planeta, abarcando el 23% de su población y el 20% de su superficie
  • El Francés: era el segundo del mundo en extensión
  • Otros Imperios: Alemania,  Italia, Bélgica, Portugal, España, Japón y Estados Unidos

 

Justificaciones del imperialismo

1. La distribución de la materia prima: La naturaleza ha distribuido desigualmente a través del planeta, la abundancia y los depósitos de materias primas; en tanto ha localizado en esta extremidad continental que es Europa el genio inventivo de las razas blancas y la científica utilización de las reservas naturales, ha concentrado las más vastas reservas de estas materias primas en África, Asia Tropical, Oceanía. Hacia ellas, la necesidad de vivir y de crear arrojará el impulso de los países civilizados. ¿Es necesario dejar en barbecho, abandonar a la ignorancia o a la incapacidad las inmensas extensiones incultas de donde tantos alimentos pueden brotar? La humanidad total debe poder gozar de la riqueza total repartida sobre el planeta. Tal riqueza es el tesoro común de la humanidad... [ella tiene] el derecho universal de utilizar los recursos ofrecidos en todos los lugares por la naturaleza a la satisfacción legítima de las necesidades humanas.”

(Sarraut “Grandeza y servidumbre colonial”)

2. La misión civilizadora: Es la británica la más grande de las razas dominantes que el mundo ha conocido y, por consiguiente, el poder determinante en la historia de la civilización universal. Y no puede cumplir su misión, que es crear el progreso de la cultura humana, si no es merced a la expansión de la dominación inglesa. El espíritu del país tendrá fuerzas para cumplir esta misión que nos ha impuesto la Historia y nuestro carácter nacional.
[...] El Imperio británico, firmemente unido, y los Estados Unidos deben juntos asegurar la paz del mundo y asumir la pesada responsabilidad de educar para la civilización a los pueblos retrasados. 
(J                                                                                                               (Joseph Chamberlain al frente del Ministerio de Colonias británico, en 1895)

 

3. La misión del hombre blanco: Lo que ahora sentimos es que nuestro dominio sobre aquellos territorios sólo puede justificarse si demostramos que aumenta la felicidad y prosperidad de los pueblos, y yo sostengo que nuestro dominio ha llevado y lleva seguridad, paz y mayor prosperidad a países que nunca habían conocido antes tales beneficios. Al llevar a cabo esta tarea civilizadora, estamos cumpliendo lo que yo creo que es nuestra misión nacional, al tiempo que encontramos la ocasión de poner en práctica las cualidades y potencialidades que han hecho de nosotros la gran raza gobernante. No estoy afirmando que nuestro éxito haya sido total en cualquier caso, ni que nuestros métodos hayan estado fuera de cualquier reproche. Pero mantengo que casi en cualquier lugar en el que el dominio de la Reina ha sido establecido y se ha impuesto la gran Pax Británica, con ella ha llegado una mayor seguridad para la vida y la propiedad, y una mejora material de las condiciones de la mayoría de la población.
J                                                                                                                                            Joseph Chamberlain, Foreign and Colonial Speeches, 1897

Los detractores del imperialismo

1. “La misión civilizadora de la que habla la sociedad capitalista es tan sólo un pretexto para esconder su ansia de explotación y de conquista (...). Enemigo de toda explotación del hombre por el hombre, defensor de todos los oprimidos sin distinción de razas, el Congreso condena esta política de robo y conquista, aplicación desvergonzada del derecho del más fuerte que pisa el derecho de los pueblos vencidos, y comprueba también que la política colonial aumenta el peligro de tensiones internacionales y de guerras entre los países colonizadores”.

(Resolución de la IIª Internacional de Stuttgart en 1907.)


2. ¡Razas superiores!, ¡Razas inferiores!. Es fácil decido. Por mí parte, yo me aparto de tal opinión, especialmente después de haber visto a sabios alemanes demostrar científicamente que la francesa es una raza inferior a la alemana. No, no existe el derecho de las llamadas naciones superiores sobre las naciones llamadas inferiores. La conquista que Ud. [J. Ferry] preconiza es el abuso, liso y llano, de la fuerza que da la civilización científica sobre las civilizaciones primitivas, para apropiarse del hombre, torturarlo y exprimirle toda la fuerza que tiene, en beneficio de un pretendido civilizador.

(CLEMENCEAU Discurso en la Cámara. Francia, julio de 1885.)

 

Un poeta negro critica la colonización:

El sol del desastre se ha levantado en occidente, abrazando los hombres y las tierras pobladas. La calamidad cristiana se ha batido sobre nosotros como una nube de polvo.

Al principio llegaron pacíficamente, con palabras tiernas y suaves.
“Venimos a comerciar, decían, a reformar las creencias de los hombres, a echar de aquí la opresión y el robo, a vencer y barrer la corrupción. No todos adivinamos sus intenciones.

Y ahora aquí estamos. Somos sus inferiores. Ellos nos sedujeron con pequeños regalos, ellos nos dieron a comer cosas buenas… pero ahora ya han cambiado de tono… ahora nos someten a su opresión.
(En: Antonio Fernández, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Vicens Vives)

 

POLÍTICA EXTERIOR DE EEUU

Doctrina Monroe: “América para los americanos” “Ingleses y norteamericanos, quienes obtenían importantes beneficios en el comercio con Latinoamérica, temían ese afán reconquistador, que les forzaba a defender la independencia de sus vecinos del sur. El ministro Canning propuso a James Monroe, presidente de los EEUU, una declaración conjunta de rechazo a la supuesta  reconquista europea de América.  ... el 02/12/1823, Monroe anunció que “los continentes americanos, en virtud de su condición libre e independiente que han asumido y conservado, no deben considerarse en lo sucesivo como campo de futura colonización europea... y que en caso de intervención europea no podríamos considerar sino como manifestación de sentimientos hostiles contra los EEUU cualquier conato de una potencia europea con el objeto de oprimirlos.”

Corolario de Roosevelt: “La política del gran garrote”

El siglo XX se inauguró como un período de expansión, poderío y dominio estadounidense en el mundo. Roosevelt sostenía que cuando una nación “mantiene el orden y respeta sus obligaciones, no tiene que temer una intervención de los EEUU..., pero en casos  flagrantes de injusticia o de impotencia, de relajamiento general de las reglas de una sociedad civilizada... los EEUU se verían obligados a ejercer un poder de policía internacional... y llevar un gran garrote”.

(Historia. La construcción del mundo contemporáneo. Ed. Santillana)

 

ACTIVIDAD

1.  Explica con tus propias palabras en qué consistió el imperialismo del siglo XIX.

2.  ¿Por qué decimos que no es un fenómeno nuevo en la historia?

3.  Explica por qué se produjo imperialismo del siglo XIX. 

4. Señala en un planisferio los principales dominios de las potencias coloniales. Utiliza para ello colores o trazado diferente según el imperio de que se trate y registra las referencias correspondientes.

 Explica cuál fue la justificación de la expansión imperialista.

5.  Analiza las diferentes posturas que suscitó el fenómeno del imperialismo, desde el punto de vista de los colonizados y de las potencias que lo ejercieron. 
6. ¿Cuál fue la política de EEUU frente a la posible expansión imperialista europea sobre América?

7. ¿En qué consistió la política del “gran garrote”?


 

 

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