Tráfico de esclavos
(Doc. 1) “La distribución de los esclavos negros en las diversas regiones de América dependía de las particulares condiciones económicas de las mismas. Fundamentalmente, la economía de plantaciones atrajo la fuerza de trabajo negra. Allí donde se cultivaba la caña de azúcar, fuera en las Antillas o en el continente, se concentraba una considerable población africana. Las grandes plantaciones de tabaco y algodón tampoco podían prescindir de los esclavos negros. En la minería el trabajo de éstos fue más breve. Se empleó en el servicio doméstico y diversas ramas artesanales a muchos negros. La productividad en el trabajo de los africanos estaba condicionada también por el clima de las diversas regiones. Las minas, que por lo general estaban situadas en la cordillera, perdieron por enfermedades y muertes a muchos de sus trabajadores, procedentes de las tierras bajas del África tropical. En las zonas cálidas y húmedas de las islas del Caribe y en las fajas costeras continentales los negros encontraban un clima afín al de su tierra natal y se multiplicaban rápidamente. Los africanos sustituyeron en las Antillas a la población india aborigen. Por el contrario, en las zonas montañosas la esperanza de vida y la reproducción de los africanos era escasa, de tal modo que poco a poco desaparecieron como elemento peculiar de población…” (Richard Konetzke. América latina. La época colonial)
(Doc. 2) “Las objeciones a la esclavitud de los indios eran primordialmente jurídicas. Los indios eran súbditos de la Corona y tenían derecho a la protección. Por otro lado, los negros eran súbditos de reyes africanos independientes. Los europeos visitaban el África occidental como comerciantes, y no como soberanos. Si los gobernantes locales guerreaban entre si y vendían a sus prisioneros a los traficantes de esclavos árabes o europeos, ello no era culpa del rey de España. La esclavitud de los prisioneros de guerra era práctica normal en muchas partes del mundo…” (John Parry. Europa y la expansión del mundo. 1415 1715)
“Durante más de cuatro siglos, entre el XV y el XIX, ¿cuántos negros fueron vendidos…? Los elementos estadísticos que se obtienen de los libros de a bordo de los barcos o de los puertos no permiten llegar a conclusiones exactas, sino tan solo aproximadas… Se han propuesto numerosas cifras. Dubois da la cifra de 15 millones de esclavos vendidos, y calcula que por cada esclavo que llegaba a América, cuatro morían en el camino. Lo que nos da 60 millones, a los que hay que añadir los millones de la trata oriental, es decir, una cifra redonda de 90 a 100 millones…” (Joseph Zerbo. Historia de África negra. de los orígenes al siglo XIX)